Boeing anunció el pasado miércoles que reducirá la producción de sus 787 y 777, atrasará sus planes del 737 MAX y confirmó el final del 747, luego de reportar una pérdida trimestral por la pandemia del coronavirus.
La firma, que también está sufriendo por los 16 meses de paralización del 737 MAX tras dos accidentes mortales, dijo que aplazará hasta comienzos de 2022 su objetivo de producir 31 unidades mensuales del modelo.
Reducirá su producción del 787 a seis aviones mensuales en 2021, una tasa de caída de un tercio frente al año previo, cuando ensamblaba sus Dreamliners a un ritmo récord de 14 aviones mensuales.
Dijo también que reducirá de nuevo la tasa de producción combinada del 777 y el 777X a dos aparatos por mes en 2021, al tiempo que aplazará la entrada en servicio del 777X en hasta un año.