Virgin Atlantic se declaró en bancarrota acogiéndose al capítulo 15 de Nueva York el martes, convirtiéndose en la última aerolínea obligada a reorganizarse durante la pandemia del coronavirus.
Es la segunda aerolínea de Virgin Group en solicitar protección por bancarrota, La filial Australiana entro al capítulo 11 el pasado mes de Abril.
Virgin Atlantic, con sede en Londres, propiedad en un 49% de Delta Air Lines, vuela exclusivamente rutas internacionales de larga distancia y suspendió todas las operaciones de pasajeros en abril, cuando la pandemia del coronavirus desencadenó un colapso en la demanda de viajes.
Comenzó a volar pasajeros nuevamente en julio.
El capítulo 15 es una forma de bancarrota diseñada para casos que involucran a múltiples países.
Proporciona un mecanismo para que las empresas extranjeras que se someten a procedimientos de quiebra en su propio país, puedan acceder al sistema judicial de los Estados Unidos.
Protege efectivamente los activos estadounidenses de Virgin de los acreedores, ya que un tribunal del Reino Unido supervisa las reclamaciones.
En mayo, Virgin Atlantic dijo que recortaría más de 3.000 empleos y cerraría su base en el aeropuerto Gatwick de Londres, consolidando las operaciones en Londres Heathrow para reducir costos. La aerolínea también retiró su icónica flota Boeing 747-400 como medida de ahorro.
Para Virgin Atlantic, que opera vuelos de larga distancia a través de sus centros del Reino Unido, las opciones durante la pandemia han sido escasas.
La aerolínea había planeado construir una red doméstica a través de la adquisición de la aerolínea regional Flybe en 2019, primera víctima del COVID-19.
Virgin Atlantic se suma a la larga lista de aerolíneas que se declararon en bancarrota (Latam, Flybe, Virgin Australia, Avianca, entre otras).
Experiencia con Virgin Atlantic
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